Bachillerato de investigación DAVID BERIAIN

      
A través de la elaboración de proyectos de investigación que potencian el esfuerzo, la comunicación y la colaboración con entidades y profesionales ajenos a nuestra comunidad educativa, el Bachillerato de Investigación dota a nuestro alumnado de unos conocimientos y unos valores que les permiten canalizar su fuerza adolescente hacia algo constructivo y ético, convirtiéndose en personas críticas y responsables.

Por este motivo, a partir del curso 25-26, pasará a llamarse Bachillerato de investigación DAVID BERIAIN, en honor al exalumno del centro que representa como nadie los valores que queremos inculcar a nuestros estudiantes. Nos engrandece como centro que el Bachillerato de Investigación del que fue su instituto lleve su nombre y su sello. Todo el equipo docente asume con gran alegría y mucha ilusión la enorme responsabilidad de incorporar sus alas y sus raíces a este programa.

El anuncio se produjo el 4 de febrero, en la clausura de la III Jornada de defensa oral de los trabajos de investigación, los correspondientes a la promoción 23-25. En el acto estuvo presente su familia.

          
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¿Y quién fue David Beriain?

David Beriáin llegó al IES Sancho III siendo un niño de Artajona bueno y curioso. En los años que pasó aquí siguió siendo un estudiante trabajador y un lector empedernido.

Pero en nuestras aulas, como todo adolescente, experimentó grandes cambios: aprendió a no seguir la corriente y a no rendirse nunca, se enamoró de la música rock y entendió el valor que tiene la educación en la vida de las personas. Se transformó, según sus propias palabras, en un “tipo duro”.

Fue en la Universidad donde descubrió que con las personas que no compartía ideas, compartía muchísimas cosas. Y a lo largo de su vida consiguió mantener intactos sus superpoderes de chico de pueblo, a pesar de que su profesión lo convirtió en un ciudadano del mundo.


 

 

Fue siempre una persona digna, humilde y comprometida, que no dudó a la hora de elegir los 93 metros más felices de su mundo y que, en la frontera entre la vida y la muerte, se acordó de las lentejitas de su abuela Juanita.

David fue asesinado en Burkina Faso en abril del 2021, junto a sus compañeros Roberto Fraile y Rory Young, mientras realizaba un reportaje sobre la caza furtiva y su conexión con el crimen organizado. Su legado periodístico es indisociable de su legado personal. Fue un reportero noble que se entregaba con grandeza a los seres humanos más desgraciados y trataba siempre de entenderlos. Era capaz de ver ternura en los ojos del asesino y encontrar humanidad incluso en los sitios más oscuros. Por ello su visión de lo que ocurrió en los confines más olvidados del planeta nunca fue superficial, ni irónica, ni débil, ni falsa. Todos sus reportajes están impregnados de su autenticidad y su honradez.

David se sentiría muy orgulloso de que los jóvenes investigadores del Sancho III vayan a ser, de aquí en adelante, los guardianes de sus valores. Les diría algo así como: “Tranquilos, disfrutad del camino. Seguid siendo curiosos y críticos. Dadlo todo y nunca, nunca, os convirtáis en instrumentos útiles. ¡Volad libres!”.