Última hora: “¡¡Twinkle ha vuelto!!”

12/12/2022

Como todos los años, a principios de diciembre recibimos la visita de un elfo y un gnomo de la Navidad.

El gnomo se quedó a hacerles compañía a las jefas de estudios. Mientras tanto el elfo, Twinkle Jinglejump, pasaba sus días en el hall del instituto, viendo el trasiego de alumnos y profesores que se dirigían cada hora a sus clases o al recreo.

Ese trasiego otros años a Twinkle le encantaba, pues veía la alegría de los chicos y chicas al acercarse los actos y el festival de Navidad, las fiestas y las vacaciones

Pero este año Twinkle quedó asustado por el comportamiento de los alumnos y alumnas de ESO: pasaban gritando, empujándose, a veces incluso insultándose… y eso fue demasiado para él. Sin decir nada a nadie decidió abandonar nuestro centro y volver a su tierra.

Una mañana Twinkle no estaba en su posición habitual. Los chico y chicas de UCE y del Aula Alternativa, preocupados por él, empezaron a buscarlo por todo el instituto. Pero Twinkle no aparecía… Y pidieron ayuda a las autoridades para localizarlo.

Los agentes revisaron las cámaras de seguridad que hay repartidas por Tafalla, y vieron a Twinkle sentado en la marquesina del autobús, en la parada de las Recoletas. Cuando fueron allí ya no estaba, pero consiguieron sacar sus huellas (pues las había dejado por todo, de lo nervioso que estaba). Un ciudadano que pasaba por allí confirmó que lo había visto subiendo al autobús hacia Zaragoza.

En Zaragoza aparecía en las grabaciones de la estación de ferrocarril, cogiendo el tren hacia Madrid. ¿Madrid? ¿Dónde iba Twinkel? “Lo tenemos que seguir buscando, ahora en la capital” dijeron los agentes.

Y sus compañeros de Madrid comenzaron a buscarlo por todo. De nuevo apareció en las cámaras de seguridad, ahora en el aeropuerto. “Pero, ¿a dónde va éste?” Pues nuestro amigo elfo había decidido que quería volver a su tierra, al Polo Norte, a estar con sus hermanos, porque unos pocos días en el instituto de Tafalla habían sido suficientes para sus nervios y necesitaba descansar.

Y allá que viajaron los agentes, a buscar a Twinkle. Cuando llegaron a la aldea de los elfos… ¡cuál fue su sorpresa! Todos los elfos eran iguales, y ninguno parecía querer dar información sobre el paradero de Twinkle. Pero como nuestros agentes habían tomado las huellas en Tafalla, donde no había ningún elfo más, fue fácil localizarlo.

Hablaron con él: “Pero yo no quiero volver. Los chicos y chicas de este año se tratan muy mal unos a otros, no sienten la Navidad. Y yo estoy muy triste viéndolos gritarse y empujarse por los pasillos…”. Los agentes le comentaron que los amigos de UCE le echaban mucho en falta, y que ellos se portarían bien y convencerían a los demás de que tenían que ser amables unos con otros durante todo el curso y trabajar unidos para que el instituto tenga un ambiente relajado de estudio y trabajo.

Así que Twinkle ha vuelto, ya lo tenemos de nuevo con nosotros, pero ha decidido ir con sus amigos de UCE y AA. Pero ya sabéis lo que le hemos prometido: como no queremos que nuestro elfo vuelva a desaparecer vamos a calmarnos un poco y a suavizar nuestro trato hacia nuestros compañeros y profesores. Y que el ambiente festivo cale en nosotros para acabar bien el 2022 y empezar aún mejor el 2023...

**Este cuento se basa en un hecho real, la desaparición del elfo y la visita que hicieron dos cabos de la guardia civil a los alumnos de UCE y Aula Alternativa para explicarles el proceso de investigación que se utiliza para resolver un hurto. Estuvieron enseñándoles cómo se toman las huellas dactilares.